¿Por qué amamos tanto el aroma húmedo y amaderado del bosque? ¿Existe una razón por la cuál no hacerlo? Boscoso te lo explica y te invita a vivirlo.
La mística.
Todos hemos ido al bosque alguna vez. Unos nacimos en zonas boscosas, otros hemos ido de visita o en busca de aventuras cuando niños. Lo que es un hecho que estar en el bosque es siempre un apapacho para el alma. Los aromas de la madera húmeda son siempre algo especial, una sensación única y que solo puede vivirse en los confines de un bosque.
La vida en un bosque resulta un tanto misteriosa. Muchos místicos, desde la antigüedad, se han allegado a esta entidad natural como si este fuera un ser viviente. Y no es para menos. Desde los rituales griegos al gran Dionisio, hasta la mitología de brujas, aquelarres y libros llenos de increíbles seres fantásticos, el bosque es importante para aquel que quiera encontrar un terreno maravilloso.
Su voz.
¿Qué hace que el bosque sea tan atractivo para todos?
Sencillo. El bosque es un sitio en el que la vida está muy presente. Desde pequeños arbustos, hasta árboles más grandes que nuestra imaginación, las aglomeraciones de árboles tienen demasiada vida a la vista: los pájaros anidan en sus ramas; si caminas por un bosque y miras con atención, podrás verlos cantando. En el bosque las aves inundan el aire con su canto, dejándonos ver un poco que, más allá de nosotros mismos, existen otros mundos, otras formas de comunicarse y existir. Las aves son la prueba infalible de que el bosque es el lugar en donde la vida acontece en todo su esplendor. El viento y el canto de los pájaros, las hojas que se mecen y los búhos por la noche, componen el susurro natural del orden de las cosas.
Es relajante.
Caminar en el bosque, respirar su aire limpio, brinda una sensación de calma como ninguna otra. Quizás porque en su mayoría los bosques se encuentran en situaciones geográficas de elevación, o tal vez debido al hecho de estar rodeados de naturaleza, mística y vasta diversidad de animales. Estar dentro de un bosque es la sensación más llena de paz, incluso equiparable con la sensación que causan las olas del mar. Muchas personas en el mundo consideran que el bosque, como el mar, es una entidad con poderes curativos y que ayudan al espíritu humano a estar en equilibrio.
Sus aromas.
Cuando nos adentramos en un bosque, lo primero que resalta es el aroma del pasto húmedo, especialmente si lo visitamos por la mañana, cuando el frescor del rocío ha caído en forma de gotas sobre el terreno lleno de hojas, corteza y varas que han caído de los árboles. Los aromas del pino y el encino, del oyamel y la ceiba por igual, son delicias de la vida que generan una atmósfera increíble.
Los bosques son pulmones.
Ultimadamente, los bosques son aparatos respiratorios para el planeta. Gracias a ellos obtenemos un gran porcentaje del oxígeno que respiramos. Sin los bosques no tendríamos más de la mitad de las cosas que conocemos; entre ellas, aunque no lo creas, el dispositivo electrónico desde el que, muy posiblemente, estás leyendo este blog.
Así es que como puedes ver, los bosques son lugares maravillosos que podrán llenar a tu alma de cosas buenas y de mucha calma.
Si buscas equilibrio, Boscoso eco-Hotel te invita a caminar sobre el sendero de su bosque de pinos, para que disfrutes de una aromática velada y respires la tranquilidad que tanto necesitas.
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